En un contexto global en el que la tecnología avanza a pasos agigantados, la legislación sobre la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un tema de gran relevancia. Mientras tecnologías como ChatGPT se actualizan constantemente, en América Latina la regulación en torno a la IA aún se encuentra rezagada. En este sentido, la falta de una legislación efectiva en países de la región como México, Chile y Brasil, plantea desafíos y cuestionamientos sobre el uso ético y responsable de la IA. A pesar de que Perú ha sido pionero al aprobar una ley que establece principios para el desarrollo y uso de la IA, aún carece de un reglamento que defina su aplicación concreta. En contraste, otros países como Estados Unidos y algunos miembros de la Unión Europea han avanzado en acuerdos y regulaciones para garantizar la seguridad y la protección de los derechos de los ciudadanos en el ámbito de la IA. En América Latina, Argentina y Colombia también han publicado disposiciones y marcos éticos para el uso de IA, priorizando la transparencia de datos y la privacidad. Sin embargo, la falta de una normativa integral que aborde de manera efectiva los desafíos y riesgos de la IA representa una preocupación en la región. Expertos en seguridad informática y analistas de políticas digitales coinciden en que la legislación sobre la IA se ha relegado en países como México, debido a que otros temas políticos y electorales ocupan la agenda pública. Esta situación pone en evidencia la necesidad de impulsar una discusión seria y responsable sobre la regulación de la IA, con el fin de proteger los datos personales, garantizar la transparencia y promover un uso ético de esta tecnología. En este sentido, la colaboración entre gobiernos, empresas, y la sociedad civil resulta fundamental para establecer marcos regulatorios que fomenten el desarrollo sostenible y responsable de la IA en América Latina.